- ¡ Hay
que ver lo que se encuentra rebuscando en la Historia !!- . La biografía de
Aníbal Barca es tan apasionante y atrayente que, a raíz del artículo de Arminio
sobre Himilce, he vuelto a buscar información sobre uno de los más grandes y
admirados estrategas militares conocidos de todos los tiempos. Y parece ser que
sus vínculos con la Península Ibérica no vienen sólo por sus campañas militares
y por su matrimonio con la princesa íbera Himilce de Cástulo, sino que ya
estaban marcados desde su nacimiento por lazos de consanguinidad, pues según la
historiografía era hijo de una natural de los pueblos hispanos. Lo que quiere
decir que Aníbal era "medio-hispano" y que por sus venas corría sangre hispana.
En la edición española de 1845
de la Historia de la Ciudad de Cartago
escrita por Adolphe Dureau de la Malle y
J. Yanoski, su traductor, Vicente Díez Conseco, añade una nota aclaratoria sobre
la entrada de los cartagineses en la Península Ibérica, en la que especifica
que las fuentes antiguas y la historiografía están de acuerdo en apuntar que la
primera incursión púnica en tierras hispanas se remonta al 516 a. C. para
acudir a la llamada de socorro que la colonia de Gadir (Cádiz) les envió
estando en guerra con los llamados túrdulos
y turdetanos. Cartago era una
potencia económica y militar que ya había establecido contactos y algunas
ocupaciones en las Islas Baleares con anterioridad, y los gaditanos debieron
recurrir a ellos para salir del aprieto. A pesar de que en aquella ocasión
fueron rechazados por los turdetanos, los cartagineses ya sabían de las
riquezas y bondades de la Península Ibérica.
Nuevas alianzas con pueblos
íberos fueron pactadas desde entonces hasta el siglo III a. C., en el que los
púnicos llegaron prácticamente a dominar las Baleares, obligando a sus
naturales a revelarse y alzarse en armas para expulsarlos. Es entonces cuando
el Senado de Cartago envía al estratega Amílcar Barca (275 - 228/9 a. C.)
alrededor del año 248 a. C. para recuperar Mallorca y restablecer las relaciones
con los íberos. La habilidad militar y política del general cartaginés se
impuso, fortaleciendo las alianzas con los "hispanos", y he aquí que la historiografía relata que para
lograrlo, Amílcar toma por esposa a una íbera proveniente de una poderosa y ilustre
familia. El Maestro Florían de Ocampo, cronista del rey Felipe II, en su Crónica General de España, Tomo II
(edición impresa de 1791), nos dice además que era muy "..rica de parientes y no menos de hermosura".
Debía pertenecer esta hermosa joven a un importante linaje, que no es
mencionado en las fuentes antiguas, y aunque tampoco se conocen detalles de las
nupcias, lo que sí ha quedado recogido es que en el trayecto hacia Mallorca se
puso de parto obligando a la expedición a parar en una isla desierta llamada
por entonces Tricada (ó Triquadra), identificada con la Isla Conejera del
Archipiélago de Cabrera. Así lo recoge Plinio, que la denomina "Parva
Hannibalis", la pequeña de Aníbal, generando la leyenda de ser la Patria
de Aníbal y su lugar de nacimiento. En Wikipedia y otras fuentes encontramos
referencias a la dificultad de corroborar ese punto exacto, pues existen muchos
islotes en la costa meridional mallorquina que podrían haber sido la cuna del
genial estratega.
Sea como fuere, el caso es que
la historiografía apunta a que Aníbal nació de madre íbera y en las Baleares.
Florián de Ocampo añade además la anécdota de que junto a la esposa de Amílcar
iban varios íberos que la acompañaban y que llevaban en su cargamento
abundantes cestos con conejos de la Península, que soltaron en la isla para
practicar la caza y para que se reprodujeran, y fue tal su proliferación
posterior que de ahí le vino el nombre actual de Isla Conejera o Isla de los
Conejos. Su repoblación pasó al resto de islas baleáricas, llegando a ser,
según relata Ocampo, un problema para los mallorquines. Como vemos, la
presencia de este animalillo en esta anécdota no deja de pasar inadvertida, si
tenemos en cuenta que es el origen del término Hispania, que procedente de la lengua fenicia significa "tierra de conejos".
En las biografías de Aníbal se
dice que nació en el 247 a. C. en Cartago, aunque también se haga referencia a
las circunstancias de su nacimiento que hemos visto más como parte de una
leyenda que como hecho histórico. Desconozco todos los datos sobre las fuentes
documentales y sus interpretaciones y traducciones posteriores, pero sí que
alcanzo a ver un claro paralelismo entre la vida de Amílcar Barca y de su
primer hijo Aníbal, pues ambos eran grandes militares, con gran ímpetu y fuerza
vital, muy respetados incluso por sus enemigos. Ambos alcanzaron un gran
prestigio y grandes victorias que aún hoy son recordadas. Padre e hijo
estuvieron muy vinculados con la Península Ibérica, siendo escenario de sus
campañas, solar de su nupcias y donde pasaron una parte importante de sus
vidas. Ambos trabaron firmes alianzas con los pueblos íberos, y ambos
terminaron casados con nobles damas íberas que fueron madres de sus hijos. Los
dos generales se ganaron la fidelidad de muchos soldados y mercenarios íberos
que los acompañaron en sus grandes batallas, destacándose por su habilidad y
bravura (notable fama alcanzaron los honderos baleáricos).
Amílcar y Aníbal Barca, padre e
hijo, junto a sus bellas esposas íberas, recorriendo nuestros paisajes,
divisando nuestra comarca desde los altos de los montes, explorando los valles
y caminos al frente de sus tropas, de miles de hombres, redactando la historia
que hoy estudiamos y leemos.
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